La OTAN despierta de su letargo. La organización se prepara para hacer frente a la mayor amenaza desde la caída del Muro de Berlín para la seguridad mundial: el desafío ruso. Desde entonces nunca habían sentido los países aliados la presión en sus propias fronteras. Ante este nuevo escenario, la OTAN muestra sus garras, aunque se notan los recortes en defensa aplicados en los últimos años, El presidente estadounidense Barack Obama lanzó el miércoles una reprimenda sobre ese repliegue militar en el continente lo que ha traído a primer plano un problema hasta ahora infravalorado.
Tras la anexión de Crimea a Rusia, se teme que el presidente Vladímir Putin intente ampliar su área de influencia. Se descartada una intervención militar ya que Ucrania no es miembro de la Alianza Atlántica y Europa no pretende embarcarse en una guerra, sin embargo, los aliados engrasan la maquinaria para disuadir a Moscú de otra ofensiva a las puertas de la UE. La semana que viene se reunirán en Bruselas los ministros de Asuntos Exteriores de la organización con varias propuestas sobre la mesa y tendrán que tomar nuevas decisiones.
Entretanto, los aliados envían aviones de combate con la intención de reforzar la seguridad de la región. Se suman seis F-16 aprobados por Dinamarca a los otros ocho de Reino Unido y Francia, y a casi una veintena de aviones estadounidenses. Varios aviones de vigilancia AWACS sobrevuelan Polonia y Rumanía para detectar cualquier anomalía. Estas medidas tienen como objetivo mostrar lo que la OTAN está dispuesta a exhibir si percibe nuevos peligros. “Ya hemos hecho cosas en aviación; planeamos extenderlas al ámbito terrestre y al naval”, aseguró Ben Rhodes, uno de los asesores de seguridad de Obama. La medida más relevante consistirá en desplegar las tropas en los países del Europa del Este, los que estarían más amenazados en caso de ofensiva de Moscú ya que además de estar cerca geográficamente, algunos de esos Estados cuentan con minorías rusófilas sobre las que Rusia podría influir. La OTAN solo aclara que reasignaría fuerzas desde los países más seguros hacia los más vulnerables.
Debido a esta nueva perspectiva se ha hecho una llamada de atención sobre el deterioro en los últimos años de las fuerzas militares debido a la disminución de los presupuestos de Defensa, especialmente desde la crisis. Por ejemplo, la presidenta de Lituania urgió este jueves a su país a duplicar con creces el presupuesto militar. Estas declaraciones reflejan el sentir de muchos socios, especialmente los más próximos a Rusia.
Algunos expertos prevén mayor colaboración entre los Estados. Opinan que los países más cercanos pueden aumentar una ligeramente el presupuesto de defensa, pero lo que más se verá será la cooperación entre los países de Europa central, los nórdicos o los bálticos. En los datos globales de la OTAN se recoge una baja caída en el presupuesto destinado al Ejército. En cambio se muestra más deterioro en el de las fuerzas armadas. Esto es una preocupación y hace perder eficacia, pero aún así la OTAN sigue siendo la mayor potencia militar del mundo.
Junto a las medidas de refuerzo, se analizarán el futuro de las relaciones entre la OTAN y Rusia la próxima semana. En 1997 se certificó el fin de las hostilidades a través de un tratado, y ambos bloques cooperan en asuntos militares. El analista de Ifri sugiere que Rusia es un socio muy poderoso y que no debería ser aislado.
